El desarrollo continuo de las y los empleados no solo es un activo valioso, sino también una necesidad fundamental. Las organizaciones exitosas reconocen la importancia de brindar oportunidades de crecimiento y aprendizaje a sus trabajadores como un medio para mantenerse a la delantera, fomentar la retención del talento y mejorar la productividad general. En este artículo, exploraremos estrategias efectivas para crear un ambiente de aprendizaje continuo y proporcionar oportunidades significativas de crecimiento a tu personal.
¿Notas que la productividad disminuye en tu empresa y existe una sensación de estancamiento? ¿Sientes que tus colaboradores no tienen un crecimiento profesional? Las causas de aquello pueden ser varias, como por ejemplo, que no esté correctamente implementada una cultura de la diversidad y la inclusión.
Otra bastante común es que tus empleados sientan desmotivación o simplemente no se generen las condiciones para su crecimiento profesional, y con ello, el desarrollo de tu empresa. ¿Te has preguntado qué tantos recursos inviertes en el desarrollo continuo de tu personal de trabajo? Si la respuesta es sí, aquí te damos algunas estrategias esenciales para hacer un cambio. Si la respuesta es no, entonces esto te servirá de guía para comenzar a preguntarte en qué áreas vas bien y en cuáles podrías mejorar.
Establecer programas formales de desarrollo profesional es una buena forma de ofrecer oportunidades estructuradas de aprendizaje. Estos programas pueden incluir cursos de formación, talleres, seminarios y actividades específicas que estén alineadas con los objetivos individuales y los objetivos organizacionales.
Las capacitaciones técnico-profesionales son beneficios altamente valorados por las y los colaboradores, ya que demuestran interés por parte de la empresa o institución, en que sus trabajadores crezcan dentro de ésta, y, de esta manera, se genera una ganancia mutua.
Incorporar programas de mentorías y/o entrenamientos facilita la transferencia de conocimientos y experiencias entre aquellas o aquellos empleados más experimentados y aquellos que están en las primeras etapas de sus carreras, o recién incorporándose al puesto de trabajo. Este enfoque personalizado acelera el aprendizaje, otorga mayor confianza en el personal nuevo y también fortalece las relaciones laborales, permitiendo que se genere un sólido sentido de comunidad dentro de la organización.
Cultivar una cultura organizacional que valore el aprendizaje continuo es muy importante. Pero ¿cómo se logra? Primero, reconociendo y recompensando el esfuerzo y el interés por el desarrollo profesional. Cuando las y los empleados sienten que su crecimiento es apreciado y respaldado por la empresa, se inclinan más a participar activamente en oportunidades de aprendizaje.
Algo que puede ser de utilidad es hacer la mayor difusión posible de instancias de aprendizaje, ya sea por dentro o por fuera de la empresa o institución. Extender la información a todas las áreas involucradas en determinados cursos o convocatorias, será definitivamente una señal de que la empresa tiene un interés en la cultura del aprendizaje continuo.
En línea con el punto anterior, facilitar el acceso a recursos educativos, ya sea a través de bibliotecas internas, plataformas en línea o suscripciones a cursos, empodera a tus empleadas y empleados para que tomen la iniciativa en su propio desarrollo. Esta autonomía fomenta la autodirección y la motivación intrínseca para aprender.
Es muy importante que se disponga claramente la información necesaria para acceder a los recursos educativos.
La rotación de roles y la asignación de proyectos diversos ofrecen experiencias laborales variadas. Esta estrategia, además de ampliar las habilidades y perspectivas del personal de colaboración, también contribuye a la creación de equipos más versátiles y adaptables.
Sabemos que, dependiendo de la empresa y del proyecto, no siempre los roles pueden ser variables, pero, de ser posible, recomendamos que se aplique esta estrategia. Por supuesto, siempre es importante estipular claramente las bases del intercambio de roles y proyectos, fomentando todo el tiempo el trabajo en equipo y colaboración mutua entre las distintas áreas.
Es un plus enorme para la empresa o institución el colaborar con cada empleado o empleada, para establecer metas y objetivos de desarrollo personalizado. Estos objetivos pueden abordar habilidades específicas, competencias técnicas o el logro de algunas certificaciones, dependiendo del caso. El seguimiento regular del progreso y la adaptación según sea necesario garantizan la relevancia y el impacto continuo.
Establecer objetivos específicos según el rol que ejercen las y los trabajadores a nivel individual, hará que el personal se sienta valorado y con motivación para crecer profesionalmente, ya que este tipo de estrategias proporciona un valor medible de aprendizaje.
¿Sueles reconocer y celebrar los logros y avances en el desarrollo profesional de tus trabajadores? Si lo haces, sigue así. Si no, es fundamental que comiences desde ya a reforzar la importancia del aprendizaje continuo en la cultura organizacional. Premiar los esfuerzos y los resultados también inspira a otros a embarcarse en su propio viaje de crecimiento.
El estudio “From Appreciation to Equity: how recognition reinforces DEI in the workplace” de Gallup y Workhuman (reconocidas empresas norteamericanas que realizan estudios de opinión pública) describe cómo el reconocimiento laboral en una organización puede reforzar la inclusión, la equidad y la diversidad en el espacio de trabajo.
Una de las cifras reveladoras de la investigación es que los empleados que reciben excelente reconocimiento tienen 20 veces más probabilidades de estar comprometidos que los empleados que reciben un reconocimiento deficiente.
En conclusión, brindar oportunidades de crecimiento y aprendizaje a tus trabajadores es un catalizador para la innovación y la sostenibilidad a largo plazo. Al adoptar estrategias proactivas que fomenten el desarrollo profesional, las organizaciones crean un entorno en el que los empleados prosperan, contribuyen significativamente y se convierten en activos invaluables, pues se sienten comprometidos y cómodos en su ambiente laboral.
Por Viviana Cabezas Mayanes para Activos Chile.
